Publicado en el BOE el Real Decreto-ley 5/2013, de 15 de marzo, de medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo.
Si no fuera porque todos sabemos lo que va a suponer, hasta el nombre parece atractivo, ¿no os parece? La realidad es que supone un nuevo impedimento a tener una jubilación digna.
Esta reforma también nos afecta diréctamente a los empleados públicos que cotizamos a través de clases pasivas a aquellos que quieran la compatibilidad de la pensión con un trabajo remunerado una vez jubilados. (Se recogen las condiciones en la Disposición Adicional segunda).