La Justicia de todos nosotros, aquella de las pequeñas reclamaciones, que los "poderosos" ya ni reclaman, pero que para nosotros pueden ser vitales, son las que más han sufrido con la ley de tasas de Rajoy-Gallardón.
Así lo reflejan las declaraciones del Presidente del TSJ del País Vasco (igual que ya han manifestado otros muchos).
Ahora ya no es una sospecha, ahora es una constatación manifestada estadísticamente.
También hay constancia de la reducción de reclamaciones contencioso-administrativas (aquellas por las que reclamamos contra la administración). No obstante conviene matizar que si bien en el caso de los recursos por cuestiones laborales (en tanto que funcionarios) no conlleva el pago de tasas en primera instancia, también se han reducido las demandas por la obligación de acudir con representación procesal y el riesgo de perder y además ser condenado en costas.
Todo esto está limitando el poder acudir a los Tribunales ante actuaciones despóticas (cada vez más habituales) de nuestros gestores.
Vergüenza de País en el que vivimos.
