El papel sigue siendo una de las grandes lacras de la Administración de Justicia, hasta el punto de que los archivos judiciales se ven muchas veces colapsados ante la acumulación de cajas y cajas de documentos.
La solución pasa por eliminar aquellos que ya no vayan a ser necesarios. La Consejería de Justicia e Interior ha comenzado la destrucción de expedientes judiciales antiguos y sin valor con el objetivo precisamente de liberar espacio en los saturados archivos de los juzgados sevillanos.
Todo lo que refleja la noticia no sería un problema si desde hace tiempo se hubiera empezado a invertir en la informatización y digitalización de los expedientes judiciales, como lleva mucho tiempo realizando Hacienda.
Hasta ahora, no era vista como una apuesta necesaria ya que suponía una importante inversión inicial.
Ahora, en tiempo de crisis, cuando se hacen inafrontables los costos de material: papel, carpetas, tinta de impresora, grapadoras, etc; así como el precio que deben pagar por mantener los archivos en buen estado, ocupando kilómetros y kilómetros de estanterías que finalmente conllevan también un importante costo de traslados de papeles, creemos que puede hacer replantear determinadas decisiones a las mentes pensantes de este país, si es que existen.
Desde Justicia y Progreso creemos que deberían hacer esa inversión de una vez por todas.
No podemos conformarnos con la simple respuesta de que estamos en crisis y no hay dinero. Es cuestión de prioridades. Quizás si dejáramos de comprar unos pocos aviones militares, por no decir de pagar unas cuantas comisiones, se podría empezar a invertir de forma seria en la administración de Justicia.
Claro que a lo mejor no interesa a más de uno, ya que una Justicia con medios puede ser "muy peligrosa" para ellos.