Tras ver hoy unas imágenes retransmitidas por la televisión del juicio que se sigue contra el todavía Juez Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo, en el que un miembro de la Sala, suponemos que en un receso, coge el teléfono móvil, en el justo momento en que le entra una llamada y se escucha como le dice a su compañero "es de Moncloa" y las risitas que se han visto, nos da pie a enviaros este artículo obtenido en el blog "asuntos propios" escrito por Toni Garrido, que hemos encontrado en internet.
Justicia
Garzón. Nuestra justicia es tan sólida y tan perfecta que es capaz de sentar en un banquillo a un juez ante la mínima sospecha de que ha cometido un delito, en este caso, el error más grave que puede cometer un juez, tomar una decisión sabiendo que es injusta. La separación de poderes en España es tan notable que nada puede hacernos sospechar de ninguna injerencia política en el asunto por más que algún partido pudiera estar implicado en el caso. La profesionalidad de los jueces españoles es tan alta, tan extraordinaria, que nada debe hacernos pensar que se trate de revanchas personales y cuestiones que se alejen del asunto en cuestión. La imagen de nuestras instituciones en el exterior es tan sólida que no debe preocuparnos qué piensan sobre nuestro ordenamiento jurídico lejos de nuestras fronteras, en el extranjero saben que los españoles confiamos ciegamente en la justicia. El sentido común no puede quedar resentido al entender, como entendemos, que juzgar a un juez antes que a los delincuentes que investiga es simplemente una muestra más del esplendor de la ley que nos ampara... Ahora si son ustedes tan amables, me escriben estas frases unas quinientas veces, hasta que tengan la convicción de que esto que les acabo de contar es cierto. Pueden empezar: