Muchas veces pensamos que no tenemos instrumentos para poder hacer cambiar las decisiones que puedan estar pensando tomar los diferentes Gobiernos, o en estos momentos la troika.
No nos damos cuenta que nuestra fuerza radica en el miedo que nos tienen a que nos podamos organizar, ya que ningún partido que pretenda gobernar puede denostar a un colectivo tan grande como el de los empleados públicos.
Ahora se ha sabido que los empleados públicos de todo el Estado estuvimos a punto (aún no descartaríamos que pudiera ocurrir) de perder la paga extra de julio.
Quizás si demostráramos nuestra fuerza, nuestra capacidad de remar todos en la misma dirección, quizás si fuéramos todos a una, los gobiernos nos tendrían más respeto y los políticos empezarían a temblar.
Desde Justicia y Progreso hacemos pública una nueva forma de protesta, nueva pero acorde con los tiempos actuales.
Los paros y movilizaciones que no sean duros y radicales no están consiguiendo nada, tan solo mermar nuestras economías con descuentos por secundarlos.
Quizás si tomáramos la determinación, todos a una, a finales de junio o diciembre, y retiráramos masivamente de los bancos el dinero de nuestras pagas, algunos empezarían a tener miedo de la capacidad de autoorganización de los trabajadores públicos.
O lo hacemos nosotros o los políticos nos harán desaparecer, vosotros mismos.