
La peor conducta de aquellos que se llaman “representativos”, de otros, no es el silencio, pues hablan mucho, pero no actúan, aunque en los últimos tiempos ni eso, únicamente se dedican a transmitir la información que el Ministerio tiene a bien “pasarles”. Algunos comunicados, algunas quejas, pero está sucediendo como ya sucedió en otras ocasiones, a la gente poco a poco la irán conformando, hasta que se olviden de aquello de lo que disfrutaban y que costó mucho conseguir.
El Ministro de, perdón, Justicia, parece que está muy preocupado con eso de los horarios, para que se agilice la justicia, y negocia con los representativos que nos llevan la jornada laboral a las 37.5 horas, pero ese Ministro parece no tener ni ….idea de que las sentencias las ponen los jueces, y a esos no se les pone horario, bueno sí, ese de audiencia pública de cuatro horas, de obligado cumplimiento y del que muchos no quieren saber nada.
Muchos están preocupados por la posible perdida de tres días de permiso (si finalmente no son seis) por asuntos propios, no recordando que teníamos 6 permisos de tres días cada uno, como continúan teniendo los Jueces, es decir 18 días de permiso que nos fueron reducidos a nueve, no pasó nada, y ahora dicen que pasarán a seis (o tres) y tampoco pasará nada, los representativos se encargaran de negociar largamente en las mesas, pero fuera de ellas no se hará nada, estamos en crisis.
Se nos dirá que no es momento de enfrentamientos entre “colectivos”, entre representativos y no representativos, y es verdad en la sociedad a la que nos llevan “no tiene que haber enfrentamientos entre ricos y pobres”, unos no pagan lo que otros tenemos que pagar.
Bajan las pensiones de nuestros compañeros jubilados, por la vía del IRPF, pero no pasa nada, estamos en crisis, y todos tienen que pagar algo.
Todo se arreglará con una buena dosis de reuniones de expertos, que dejarán de ir a trabajar para trabajar en algo que luego no funcionará, eso sí durante ese tiempo de reuniones no trabajaran en su trabajo, y el trabajo quedará para los que no acuden a reuniones y sí a trabajar, para que el trabajo salga. Los trabalenguas son necesarios para comprender la situación actual.
Por cierto, se nos olvidaba: ¿Se han suspendido los contratos de compra de armamento, para estar preparados para la guerra y así que no haya guerras, como argumentaran los belicistas, por lo menos en tiempo de crisis?, y a estos contratos no los podrán llamar “chocolate del loro”, o sí.