
Sr. Director General de Modernización:
En el día de hoy se va a cesar a todo el personal que trabaja en la Oficina Liquidadora de León (personal que apoyaba a los Juzgados para sacar adelante los asuntos pendientes).
Desde Justicia y Progreso rechazamos esta decisión. Entendíamos que este servicio era fundamental para conseguir que lo que antes eran Juzgados y ahora se han dividido en Unidades Procesales y Servicios Comunes, no se vean colapsados desde su nacimiento. Lo que no podemos entender es que se cree un nuevo servicio y se deje a su suerte y a la buena voluntad de los funcionarios.
Desde Justicia y Progreso ya le reclamamos, vistos los problemas planteados en Burgos y Murcia, el retraso en la implantación de la NOJ, en ciudades como León, hasta que los errores detectados no fueran corregidos. Ahora vemos que teníamos razón, con actuaciones como esta, ese Ministerio está demostrando una actuación errática, cambia decisiones cediendo a presiones no fundadas en un análisis objetivo de la situación, ninguneando a la Junta de Personal.
La implantación de la oficina judicial al no llevar aparejada la necesaria digitalización de los expedientes, ha producido un trasiego de los mismos y una situación de estress entre los funcionarios, provocada por la inseguridad y descontrol que ello conlleva.
Ahora con la desaparición de este servicio, sin que se hayan conseguido los fines para los que se creó, va a provocar que su trabajo revierta en los funcionarios de los diferentes servicios y provoque una mayor situación de presión y colapso.
Antes de tomar esa decisión hubiera sido adecuado saber por qué no se han conseguido, qué protocolos se implantaron, quién planificó el trabajo y quién es el verdadero responsable de no haberlos alcanzado.
Seguramente me responderá que este medida pretende ser compensada con prolongaciones de jornada entre algún personal de la Oficina Judicial. Si esto era lo adecuado, ¿por qué se creó este servicio?. No nos parece lo más acertado.
¿Qué se ha conseguido con esta decisión? Eliminar un servicio que desde Justicia y Progreso entendemos necesario. Mandar a engrosar el paro a un grupo de trabajadores.
El tiempo nos ha ido demostrando que aquella máxima que dice: “todo cambia para seguir igual”, no se puede aplicar en nuestro caso, ya que la implantación de la NOJ está suponiendo un cambio para ir a peor. No es una afirmación gratuita, está contrastado que los actuales tiempos de respuesta de los Juzgados se han incrementado notablemente, suponiendo un claro perjuicio para el ciudadano.
Sr. Director vemos una vez más que los que sufren las consecuencias de una mala organización son los ciudadanos y los funcionarios de los Juzgados y poco o nada se hace por remediarlo.