El próximo dia 9 de febrero se pone en marcha, a pesar de las peticiones formuladas desde los diferentes estamentos y colectivos, la Nueva Oficina Judicial en las localidades de Ciudad Real y Cáceres.
Nos tememos que los mimos males que están sufriendo nuestros compañeros en Burgos y Murcia los suframos en estas nuevas localidades.
Desde la Junta de Personal compuesta por varios miembros de Justicia y Progreso hemos denunciado esta situación a la que vamos a vernos abocados, pero el Ministerio ha hecho oidos sordos.
Parece que lo único que vende es que se implante la NOJ, no como se haga y si el funcionario y los ciudadanos sufrimos sus consecuencias (desde Madrid no lo ven y parece que tampoco les importa mientras salga en la prensa que se ha empezado).
A continuación os incluimos una breve reseña de la noticia aparecida en el Diario Lanza Digital:
Recelos de la Junta de Personal
Mariano Muñoz, presidente de la Junta de Personal de Justicia y afiliado al nuevo sindicato Justicia y Progreso, explicó a este periódico que los funcionarios de justicia están afrontando en estos días de cuenta atrás para la implantación “un trabajo agotador, se están haciendo muchas horas mañana y tarde para llegar a este viernes con todo embalado”.
Como para garantizar que ningún juicio o señalamiento procesal programado se suspenda por la implantación, muchos funcionarios, además de dedicarse a empaquetar todos los expedientes a su cargo, tienen que el trabajo añadido de estar pendientes de esos asuntos ‘vivos’ y procurar que no se pierda ninguna documentación.
Pero además el presidente de la Junta de Personal, que plantó literalmente a los representantes del ministerio en una de sus últimas visitas, dice que “seguimos viendolo con recelo. Nuestra experiencia nos dice que cada vez que el ministerio introduce una reforma lo hacen para peor. Con el paso del tiempo se va arreglando la cosa y con esto de la Oficina Judicial nos tememos lo mismo, como está pasando en Burgos y Murcia”.
Veremos si con el tiempo se arregla o acaba de estropearlo todo y consigue que, aquello que la mayoría de las veces hacia funcionar la oficina judicia, la buena voluntad de los trabajadores, ahora tambien desaparece.
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